HIELO, NIEVE Y CAMBIO CLIMÁTICO.
No hace falta ser un gran entendido para intuir el resultado de esta ecuación o por lo menos para aproximarse a una solución. Aunque de gran complejidad, el sistema hielo y nieve, no se lleva nada bien con el rápido aumento de las temperaturas que estamos viviendo en los últimos años. Deslizamientos, desprendimientos y colapsos, cada vez son más frecuentes en los macizos montañosos.
En primer lugar, lamentar la terrible situación sucedida en el macizo de la Marmolada, Dolomitas, Italia. Ayer a las 2 de la tarde se desprendía prácticamente la totalidad del frente del glaciar de la Marmolada. Esto generó una gran masa de hielo, agua y rocas que descendió a gran velocidad, atravesando en su recorrido el itinerario de subida a la cima de esta montaña y lamentando 7 víctimas mortales, 8 heridos, 2 de ellos de gravedad y al menos 20 desaparecidos, hasta el momento.
El desencadenante del colapso, a falta de ser investigado en detalle, podría tener su origen en las altas temperaturas que se han dado durante los últimos días, donde se han registrados valores máximos de hasta 10ºC a más de 3200 metros y valores mínimos por encima de 0ºC. Esto ha podido favorecer la fusión del hielo, la perdida de anclajes dentro de la masa glaciar, así como la percolación de agua a través del glaciar, lubricando el sustrato rocoso sobre el que se asienta.
A este echo también tenemos que sumar el estado en el que se encuentra la montaña en todos los macizos europeos, con unas condiciones en los glaciares más propias de septiembre que de inicios de julio.
La propia Federación Francesa de Montaña y Escalada ya emitió hace un par de semanas un comunicado en el que alertaba de esta situación en el macizo de los Alpes. En este comunicado llamaba a la prudencia ante la situación debilitada de los puentes de nieve sobre las grietas de los glaciares, las rimayas y el aumento de desprendimientos.
Pero no hace falta irnos tan lejos para observar esta situación. En las últimas semanas en Pirineos, se produjo un desprendimiento en la zona del Espolón de Esparrets, Pineta. El origen de este desprendimiento puede estar ligado a la rápida fusión de la nieve, derivada de las altas temperaturas durante el mes de Junio. Esta rápida fusión, produce un importante aporte de agua que se infiltra en las fracturas del macizo. Esta situación puede, o fundir el hielo que se encuentra entre las grietas debilitando los anclajes de la pared, además de incrementar el peso que soporta la misma; o bien, aumentar la cantidad de agua en las fracturas, favoreciendo las variaciones de volumen de la roca por los cambios de temperatura y provocando el derrumbe.
La fuerte insolación también afecta a la nieve que encontramos en los glaciares, y que los protege de la fuerte insolación. Su fusión favorecer el afloramiento del hielo fósil o hielo glaciar, extremadamente duro y compacto. Esta situación ya ha sido alertada por el GREIM en lo referente al glaciar del Aneto, haciendo mucho más comprometida la ascensión. Incluso llevando el material adecuado, piolet, crampones casco, hace falta tener amplia experiencia en su uso para no ponerse en riesgo.
¿Y qué nos deparará el futuro?
Para entender el cambio climático actual y ponerlo en un contexto global es imprescindible conocer la evolución del clima en el pasado.
Durante los últimos 2,6 millones de años se han sucedido periodos glaciares e interglaciares que han ido modelando el paisaje de los Pirineos y el resto de macizos montañosos. De esta manera, las temperaturas han ido oscilando, subiendo y bajando, incluso con periodos de cambios climáticos en los últimos 2000 años. Pero es ahora, durante el siglo XX cuando este aumento de temperaturas está siendo mucho más rápido que en cambios anteriores.
Este aumento de la temperatura durante los últimos 50 años (1949-2010) ha sido general en toda la cordillera pirenaica, con pocas diferencias entre la vertiente norte y la vertiente sur, y más marcado durante la estación estival (junio, julio y agosto). La temperatura media ha subido 1,2 grados en las montañas pirenaicas. (Fuente OPCC)
Esto hace suponer una tendencia al alza, lo que no sabemos es la pendiente de esta curva, cómo de rápido y hasta dónde… pero mientras esto siga este camino, los deslizamientos, desprendimientos y pérdida de masa glaciar serán cada vez más frecuentes en las montañas.